Venimos a este mundo con la única ropa puesta que la de la
inocencia. Somos un alma envuelta en un cuerpo que no elegimos. No elegimos el
color de pelo, de los ojos, de la piel…. como tampoco elegimos nuestros
genitales. En ese momento en el que respiramos por primera vez, el resto del
mundo al mirarnos a la cara, no sabría asegurar si somos niños o niñas, tal
como dictamina la sociedad y el rol que nos ha impuesto, dependiendo de lo que
tengamos entre las piernas.
Un día alguien dijo:
-Si tienes pene eres hombre y si tienes vagina eres mujer.
O blanco o negro, sin pensar esa persona al decir tal afirmación,
ni quienes lo escucharon y siguen escuchando, que hay una extensa gama de
colores.
Esa seguridad en dar por hecho y llevar a raja tabla esta
ley no fundamentada, basada en lo que solo se aprecia a simple vista, nos ha
traído sufrimiento, pena, dolor y hasta muertes. Algo que parece ser no debe
tener tanta importancia para quienes no se ven afectados y afectadas; a estas
alturas donde alardeamos de ser tan modernas y modernos y de mentes abiertas, resulta
que desgraciadamente todavía no estamos a la altura de las circunstancias.
Hoy estamos aquí con el firme propósito de ser escuchadas de
una vez por todas, movidas por ese dolor, por el respeto al ser humano, la
empatía hacia el colectivo LGTBI y en especial como homenaje a Ekai, el último
adolescente transexual que se ha suicidado porque las instituciones
gubernamentales y parte de la sociedad, no le han dejado ejercer su DERECHO A
SER.
Y nos preguntamos una y otra vez: ¿Hasta cuándo los adultos,
los sensatos y coherentes vamos a mirar hacia otro lado? Esto no se puede consentir,
no podemos permitir que haya ni una víctima más por la dejadez de las
administraciones y el rechazo social. Es hora de cambiar las leyes que dejan
escondidos a nuestros menores transexuales en la cuneta del desamparo y vacío
legal.
Es el momento de cambiar también mentalidades, de llenar
nuestros corazones y los corazones de nuestras hijas e hijos de felicidad,
porque ante todo y por encima de cualquier cosa son personas, igual que todas
las que estáis hoy aquí y en sus casas, pensando que esto, esto no les va a
pasar a ellas y ellos.
La transexualidad siempre ha existido, la diversidad no es
una novedad. La transexualidad no aparece como arte de magia en la edad adulta,
aparece desde muy temprana edad. Sólo tenemos que escuchar a nuestros pequeños
y prestarles atención. Por eso dejadles tener una infancia plena, feliz, con su
nombre y genero sentidos, dejadles ser quienes son realmente y no lo que el
resto dice o quiere. Dejadles su DERECHO A SER. BASTA YA de decir que es un
niño en un cuerpo de niña o una niña en un cuerpo de niño. Hay niñas con pene y
niños con vulva, cuerpos testiculares y cuerpos ováricos. El día que la
sociedad comprenda esta ecuación tan sencilla, las personas transexuales no
tendrán la necesidad de operarse ya que dejaran de sentirse como bichos raros,
por culpa del rechazo al que se ven expuestos y expuestas día tras día.
Exigimos a este
gobierno que nos indigna y maltrata psicológicamente a nuestras hijas e hijos a
no darles su DERECHO A SER, ese cambio de leyes y que nos dé todos los medios
necesarios para informar y concienciar de una realidad que quieren tapar, no se
puede con una mano consolar a unos padres que ha perdido a su hija o hijo como
Ekai y con la otra mano dar cabida y honores a culpables como esos grupos ultra
católicos que todos y todas sabemos quiénes son, cuyas doctrinas traen dolor y
hacen apología a la homofobia y transfobia. Esas mentes retrogradas que se
creen sus propias mentiras sin importarles con su doble moral que Ekai ya no
está entre nosotros. Nos duele el alma por este niño al que le robaron sus
sueños, su DERECHO A SER . Tenía toda una vida por delante y a causa de los
obstáculos incomprensibles y totalmente innecesarios no lo dejaron crecer
dignamente, no le dejaron vivir: SER y decidió terminar con todo. Ojalá su
muerte no sea en vano , que este mundo cambie y tu nombre, Ekai, llene de
vergüenza a los verdaderos culpables y resuene en sus cabezas el resto de sus
días.
Mientras tanto, quienes te queremos seguiremos luchando por
tus sueños y por los sueños de nuestras hijas e hijos, seguiremos luchando
porque hay cosas que no entendemos ni vamos a entender:
No entendemos ¿por qué estando en el mismo país, según en qué
comunidad autónoma vivas, tienes o no tienes el DERECHO A SER?.
No entendemos ¿por qué menores trans, están en manos de que
un juez le dé su DERECHO A SER?.
No entendemos ¿por qué un endocrino tiene el poder de negar
el DERECHO A SER?.
No entendemos ¿por qué todavía hay centros educativos que no
tratan con el DERECHO A SER?.
Las familias de menores Trans damos un grito al cielo y
apuntamos con el dedo a todos los culpables de que Ekai y otros y otras como
él, ya no estén aquí. Porque Ekai, no se ha suicidado, a Ekai lo han asesinado
por no dejarle su DERECHO A SER.
¡BASTA YA! Las personas transexuales no han nacido en un
cuerpo equivocado, no tienen un trastorno ni enfermedad, son personas y como
tales tienen DERECHO A SER. Dejemos que
sean libres y luchemos todas y todos juntos por tener lo mismo que tienes tu:
EL DERECHO A SER.
En memoria de Ekai.
FEDERACIÓN ORGULLO Y DIVERSIDAD CAMPO DE GIBRALTAR: https://www.facebook.com/orgulloydiversidadCG/
FUNDACIÓN DANIELA:https://www.facebook.com/fundaciondaniela.org/
Cartas de David y Mario a Ekai,
(David)
Bueno
Ekai, hoy estamos aquí reunidos por ti. Por un chico que no le dieron su
DERECHO A SER, como cualquier persona más de este mundo. Se que ya no te
encuentras entre nosotros por desgracia, la pregunta que me haré siempre será
¿aquellas personas que nos hacen la vida imposible, por ser simplemente tranxesual
pueden dormir tranquilas al saber que nos hemos quitado la vida por su culpa?
Espero
que estés donde estés, puedas escuchar nuestras palabras y el apoyo a tu
familia por tu perdida. Entrando ya en el mundo de los chicos y chicas
trasexuales, todos sufrimos por lo
mismo: como insultos de ‘’Si tienes vulva eres una mujer, no engañas a nadie
porque te operes’’ Dicen que nuestro colectivo somos unos enfermos mentales o
que simplemente somos unas lesbianas o gays reprimidos que queremos ligar con
el sexo contrario. Para nosotros y nosotras esto NO es un capricho, es un
DERECHO de vida como el de cualquier persona humana de este mundo. Es duro como
quienes pensabas que eran tus amistades, te dejan de lado porque dicen que no
eres igual que ellos y que ellas, que eres un bicho raro y no puedes llenar de
amor a otra persona de tu sexo contrario. Eso no es así, somos personas
normales desde los pies a la cabeza como tu, como tu madre y padre, como tus
hermanas y hermanos. Mi pregunta para las personas que nos hacen la vida
imposible es : ¿Si no os gustamos como somos, porque pretendéis hundirnos la
vida?
Muchas
veces(en realidad pocas) cuando sale en la televisión algún caso de
transexualidad SIEMPRE se equivocan, porque las personas transexuales no
nacemos en un cuerpo equivocado, eso es lo que os han inculcado desde que sois
pequeños pequeñas, nuestro cuerpo es perfecto tal y como es. Lo que pasa
desgraciadamente es que la sociedad aun no esta preparada para ver a un hombre
ovárico, con vulva y pechos, porque supuestamente ese no es el prototipo de
hombre que ‘’creo dios’’ al igual que la sociedad no esta preparada para ver a
mujeres testiculares con pene, barba y sin pechos. Como según dicen todos, dios solo ‘’creo’’ a una mujer ovárica, con
vulva y pechos. Por eso las personas
transexuales estamos obligadas a ser operadas y a que nuestro cuerpo cambie,
porque la sociedad nos obliga y nos oprime. Los medios de comunicación,
políticos, y gente creyente de la iglesia, hacen mucho daño porque nos comen la
cabeza a todos y realmente no nos dejan vivir como nosotros y nosotras
queremos, si no ha como los demas digan y si no se hace como dice esta
sociedad, te tachan como a un bicho raro y un enfermo.
(Mario)
Hoy, un día
soleado como otro cualquiera, se convierte en gris al recordar la memoria de
nuestro héroe caído, cuyo nombre era Ekai.
Hoy,
estamos aquí reunidos para llorar la perdida de nuestro compañero, al que le
negaron por culpa de las instituciones gubernamentales, un derecho primordial
para cada persona, el derecho a ser quienes realmente nos sentimos, nuestro
derecho a ser felices.
Y me da
rabia, me da rabia que en pleno siglo 21 siga habiendo lugares donde se nos
reniegue este derecho.
Después de
esta introducción, lo primero es dar el pésame a esa familia rota, a esa madre
que ya no arropará a su hijo cada noche y no le dará un beso de buenas noches,
a esa madre, que por una decisión injusta, perdió a lo que más amaba.
La sociedad
hoy en día no nos acepta, y esa es la realidad. Aún nos queda muchísima lucha,
muchos adolescentes transexuales nos han dejado por culpa de esta sociedad que
como bien ha dicho David, dice que si tienes pene eres hombre y si tienes
vagina mujer, blanco y negro, y la realidad es que hay una gran gama de colores
entre el blanco y el negro.
Pero sí,
hay más de un cincuenta por ciento en nuestro país que afirma que ser gay, lesbiana,
transexual, etcétera, es una enfermedad o en el último caso, un capricho.
Y es el
momento de cambiar eso, de cambiar esas mentalidades y entender, que todos y
todas tenemos derecho a ser, seas de este colectivo o no.
De no tener
miedo de decirle al mundo quienes somos, de ser felices sin el miedo a las
palizas, las miradas y los insultos por la calle.
Porque
muchos adultos han hecho el transito ahora, a edad bastante alta, por sus
familias, amigos, por el simple miedo, miedo al rechazo.
Pero aun
nos queda mucho que luchar, para que la gente se conciencie de que hay mujeres
con cuerpo testicular, y hombres con cuerpos ováricos, y eso no les hace ser
menos mujer u hombre.
Anoche,
mirando al cielo, me di cuenta de que hay una estrella más en el cielo, que nos
da fuerzas para seguir con esta lucha tanto de padres, de nosotros y nosotras los menores de edad y la de los mas pequeños y pequeñas.
Hoy, estamos reunidos y
reunidas aquí para que el caso de Ekai no se repita, para que no haya ni un
solo suicidio más, todas las personas merecemos ser felices, absolutamente
todas, merecemos tener nuestro DERECHO A SER